Recursos humanos: ¿Cómo hacer que sean realmente humanos?

Todas las empresas deben tener un departamento de recursos humanos que se encargue de la contratación de los trabajadores y los diferentes escenarios que surjan con las relaciones laborales. Sin embargo, son muchos los trabajadores que constantemente se quejan de recursos humanos, al percibirlos como una policía empresarial que solo salvaguarda los intereses de los empresarios.

En ese sentido, el trabajo del personal de recursos humanos es sumamente importante, y por eso no puede ser degradado a una representación de los intereses de los accionistas frente a los trabajadores. Para eso, hay unos cuantos pasos a seguir.

Tener personal calificado

El personal de recursos humanos representará a la empresa siempre, pero eso no significa que también los intereses de determinados socios o decisiones parcializadas que no han tenido consenso en la junta de accionistas o de directores. Muchas veces en esta posición se incorporan empleados por sus vínculos con los jefes y no porque tengan formación profesional adecuada.

Los empleados de recursos humanos deben ejercer de mediadores entre la empresa y los trabajadores que están activamente laborando para ella, y eso solo se logrará con personal calificado.

No verse como enemigos

La función de recursos humanos no puede ser, nunca, perjudicar al trabajador o estar vigilantes ante la mínima falta cometida para aplicar sanciones. Tampoco son los encargados de despidos masivos. Recursos humanos están para servir de vínculo y enlace entre los intereses de directivos y empleados y no pueden ser trivializados hasta convertirse en la cara pública de los despidos y las peleas con sindicatos.

Relación patrono-empleado: bienestar indispensable para hacer negocios

La percepción de que los empleados deben estar enemistados con el patrono y viceversa es algo heredado de los tiempos en los que no existían derechos laborales y en los que los beneficios por trabajar no se veían claramente palpados en la productividad.

Sin embargo, hoy en día, procurar un bienestar en la relación patrono-empleado es un paso ineludible para aumentar la productividad en los negocios y el éxito con las relaciones empresariales.

Un trabajador feliz es un trabajador productivo

Atrás han quedado los tiempos donde trabajar 12 horas cada día representaba la felicidad. Todo lo contrario: eso implicaba dejar atrás a la familia y absorberse en el trabajo para no tener más vida. Entonces, el aspecto más importante, para que haya bienestar entre el patrono y el empleado, es que el trabajador esté bien y a gusto con su empleo.

Una cosa es estar agradecido por tener un trabajo y la otra estar feliz a partir de lo que da ese empleo. Cuando esto se consigue, la relación con el patrono resulta sumamente productiva y el empleado dará lo mejor de sí para la empresa.